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Tormentas geomagnéticas y el Síndrome de Kessler

 Una breve nota para recordar la posible relación entre las tormentas solares y el conocido como "Síndrome de Kessler".
Sobre este escenario ya hemos publicado un artículo en nuestra sección de "Misterios astronómicos". 
El consultor de la NASA Donald J. Kessler (1940) publicó por primera vez esta idea en 1978, en un artículo académico titulado "Frecuencia de colisión de satélites artificiales: la creación de un cinturón de desechos". Posteriormente, la NASA lo nombró Jefe de la Oficina del Programa de Desechos Orbitales. Kessler se retiró de este puesto en 1996.
 
Ahora vuelve a estar de moda por la reciente publicación del físico Dr. Denny M. Oliveira (de la Universidad de Maryland), quien junto a Eftyhia Zesta y Katherine Garcia-Sage han publicado el trabajo "Tracking Reentries of Starlink Satellites During the Rising Phase of Solar Cycle 25" (enlace en https://arxiv.org/abs/2505.13752).
 
En resumen indican que las perturbaciones producidas por las tormentas solares pueden suponer una reentrada de satélites en órbita baja sin control. Esto puede producir tanto la llegada de restos a la superficie terrestre como el descontrol de fragmentos de satélites que podrían activar un síndrome de Kessler. 
 
Han sido estudiados los efectos de la actividad geomagnética en las reentradas de 523 satélites Starlink entre los años 2020 y 2024.
 
Cabe destacar que nos encontramos en uno de los momentos con mayor cantidad de satélites en la órbita baja terrestre de la Historia y en unas circunstancias de máximo solar muy activo. 
Quizá se debería pensar ya en cuál es la capacidad de carga planetaria para albergar tantos satélites y otros objetos en órbita sin correr riesgos innecesarios.
 

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El Síndrome de Kessler

 

En una época en la que nos estamos acostumbrando a la puesta en órbita de megaconstelaciones de satélites en la órbita baja terrestre, está de plena actualidad comentar qué es el Síndrome de Kessler, que por otra parte lleva propuesto desde los años 70 del siglo XX.

Durante los últimos 60 años se han realizado más de 5 000 lanzamientos espaciales, lo cual supone más de 129 millones de objetos, mayores de un milímetro, en órbita, con unos 28 000 monitorizados (del tamaño de varios centímetros). Algunos viajan a velocidades entre los 16 000 y los 56 000 km/h.

La proliferación de restos artificiales en la órbita terrestre, moviéndose a elevadas velocidades, generan un serio problema para el estudio del espacio, tanto en astronomía o astrofotografía óptica como en radioastronomía. Por otra parte, suponen un peligro para los satélites en funcionamiento necesarios para muchas actividades humanas actuales.

El denominado como “Síndrome de Kessler”, también conocido como “cascada de ablación”, es un escenario propuesto por el consultor de la NASA Donald J. Kessler.

Kessler (1940) es un astrofísico estadounidense y ex científico de la NASA (Centro Espacial Johnson en Houston, Texas, Oficina del Proyecto de Efectos Ambientales).

Kessler publicó por primera vez este escenario en 1978, en un artículo académico titulado "Frecuencia de colisión de satélites artificiales: la creación de un cinturón de desechos". Posteriormente, la NASA lo nombró Jefe de la Oficina del Programa de Desechos Orbitales. Kessler se retiró de este puesto en 1996.

Para explicarlo sencillamente, si se produce un choque entre dos objetos en órbita, la producción y expansión de restos produciría a su vez más choques entre objetos. Esto podría llevar a la destrucción de muchos satélites en órbita, incluyendo la propia ISS y otras estaciones.

Una de las primeras colisiones de satélites documentada ocurrió el 10 de febrero de 2009, entre el Iridium 33 y Cosmos 2251, arrojando una gran cantidad de basura espacial. Esta colisión tuvo lugar a las 16:56 UTM a 776 km de altitud sobre la Península de Taimyr (Siberia), a una velocidad estimada de 42000 km/h. La colisión destruyó ambos satélites.

Algunos trazos en fotografías astronómicas:

Cometa Leonard, junto a un trazo
Nebulosa de La Laguna. Con el trazo de un avión
Otro trazo en la zona del Cúmulo Doble
Nebulosa de Orión. Bajo la estrella Hatysa aparece un trazo
Cometa Pons-Brooks con un potente trazo


Para profundizar en este tema:

https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Kessler

https://www.iafastro.org/biographie/donald-j-kessler.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Colisi%C3%B3n_entre_el_Iridium_33_y_el_Cosmos_2251

https://sciencemediacentre.es/reacciones-dos-articulos-denuncian-el-impacto-sobre-el-cielo-nocturno-de-la-basura-espacial-y-los

https://revistaselectronicas.ujaen.es/index.php/rej/article/view/7526/7255#info

https://actualidadaeroespacial.com/hay-mas-de-129-millones-de-objetos-orbitando-alrededor-de-la-tierra/



Objetos extraños en las fotografías astronómicas

 Siempre que realizamos fotografías pueden aparecer cosas raras, rayas, puntos, manchas, etc.
Tanto al realizar fotografías astronómicas como otras, siempre cabe la posibilidad de que aparezcan los llamados “artefactos”.
Estos artefactos suelen ser provocados principalmente por suciedad o cuerpos extraños en las lentes, filtros o el propio sensor de la cámara. Aunque lo acabemos de limpiar todo muy bien, no estamos exentos de una perturbación de este tipo.
Tengamos en cuenta que una pequeña mota de polvo o una partícula que se ha soltado de los filtros o adaptadores que roscamos, pueden ir a parar a nuestra imagen.
También se pueden colar en la imagen determinados reflejos que dan la sensación de “ser algo”.
Al realizar fotografías astronómicas nos exponemos también a que en nuestra imagen aparezca la línea de un satélite, como si fuese la estela de una estrella fugaz, o bien la sombra de un ave o de un insecto que cruza el campo de visión en ese momento.
Si en una secuencia de fotografías, la perturbación se repite en el mismo lugar del encuadre, pero distinta ubicación respecto a la imagen, ahí tenemos una partícula o una mancha que limpiar.
No son pocas las imágenes que, con sus artefactos correspondientes, se toman como indicio de la presencia de alguna entidad extraña o de un ingenio espacial que vaya usted a saber de dónde viene.


Fotografía del cometa 12P/Pons-Brooks, a su lado una estela potente, provocada por el paso de un satélite

Fotografía del Sol, con un artefacto en el borde, arriba a la derecha. Se trata de una partícula desprendida sobre el filtro

Un misterio lunar: El puente de O'Neill

 Hay un misterioso puente en la Luna. El llamado puente de O’Neill.
Realmente es una ilusión óptica, bien por un juego de luces o bien por culpa de los telescopios utilizados, o la visión del observador…

Cuentan las crónicas que el 29 de julio de 1953, el astrónomo aficionado John J. O’Neill afirmó haber visto un puente que unía dos cráteres en la cara oeste del Mare Crisium. Concretamente el puente estaría entre los llamados Promontorio Lavinium y Promontorio Olivium, siendo su longitud de unos 20 kilómetros.
O’Neill trabajaba como periodista científico para el New York Herald Tribute, así que gozaba de cierta credibilidad. Parece ser que usó un telescopio con 90 aumentos.
Su observación fue corroborada por el astrónomo profesional Hugh Percy Wilkins, quien tras comprobarse el fallo se vio obligado a dimitir como miembro de la British Astronomical Association.

Al repasar las carpetas de fotografías, descubrimos que la zona en cuestión aparece en numerosas imágenes. Y del puente nada, claro.

Como referencias documentadas damos algunas:

https://alpoma.net/tecob/?p=3530
 
Recorte de prensa de la época, de la página de "Tecnología Obsoleta" (enlace)
Fotografías de la Luna, la zona de Mare Crisium y detalle de la zona del supuesto puente
Comparación de la imagen aparecida en prensa y nuestras fotografías rotadas para estar en una posición similar