OBSERVACIÓN DEL SOL POR PROYECCIÓN

Probablemente sea uno de los métodos más antiguos de observación solar. También se trata del método más seguro ya que no miraremos directamente con nuestros ojos. Además, es el método ideal para las observaciones en grupo.

Este método fue usado ya por Galileo Galilei (quien también observó el Sol directamente y por ello perdió la vista) y Christopher Scheiner. Estos investigadores fueron los redescubridores de las manchas solares en el siglo XVII, aunque las primeras noticias de su existencia se remontan a escritos chinos del año 1200 AC.

Se visualizan bien el borde solar (de la fotosfera), las manchas solares distinguiéndose las umbras y las penumbras y en algunos casos las fáculas.

Muchos telescopios antiguos llevaban como complemento una varilla que se podía sujetar al tubo enfocador, sobre la cual se sujetaba una planchita metálica blanca. La planchita queda perpendicular al eje óptico del sistema, proyectándose en ella la imagen del sol. Se enfoca normalmente observando la imagen en la planchita. Dependiendo de la focal del ocular podremos observar más detalles o un mayor tamaño. La combinación va a depender de la apertura y la distancia focal del tubo.

Copia de un antiguo catálogo donde se puede observar el montaje de proyección solar
 
Detalle del montaje del sistema de proyección solar

Usar solamente un telescopio refractor, nunca un reflector ni un catadióptrico. Esto es porque los espejos se pueden calentar mucho, incluso los dobletes cementados intermedios podrían despegarse.

El telescopio refractor debe tener como objetivo un doblete separado por aire, si puede ser, para evitar también que se puedan calentar las superficies cementadas.

Para realizar la observación recomendamos un prisma antiguo, de los de baquelita (o plásticos similares) o chapa metálica, con fondo y conectores metálicos. Que tenga un prisma de vidrio en su interior.

El ocular, lo mismo, que sea de casquillos metálicos, nunca de plástico. Y que el sistema de lentes no presente tampoco dobletes cementados (o en su caso asegurémonos de que no sufre un aumento de temperatura excesivo), como por ejemplo algunos oculares tipo Huygens o Kellner. Y volvemos a recomendar material antiguo (vidrio y metal), ya que muchos oculares modernos tienen los casquillos, roscas o separadores de plástico que se pueden calentar y hasta quemarse.

Fotografía del sistema de proyección solar
 
Imagen del Sol en la planchita metálica

Recordemos también que los buscadores deben permanecer cubiertos o deben retirarse del tubo para evitar problemas. En todo caso, el buscador original debe sustituirse por un buscador solar, con el cual nunca miraremos directamente evitando el peligro de quemaduras en los ojos. 
 Como siempre, recomendamos no dejar nuca el telescopio desatendido, ni al alcance de menores o personas que desconozcan los aparatos, para evitar posibles quemaduras.


  ADVERTENCIA: Recordamos que nunca se debe mirar al Sol o sus proximidades con ningún aparato óptico, ya sea una cámara o un telescopio, sin la debida protección. Usen siempre filtros homologados.