Algunos telescopios antiguos y modernos llevan un enfocador movido por un piñón y una cremallera sujeta bajo el tubo deslizante, accionado por una rueda moleteada a cada lado.
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Cuando se observa un funcionamiento inadecuado, hay que desmontar y abrir el enfocador para estudiar qué le ocurre. Las posibilidades son muchas.
Si el problema está en el eje de los mandos moleteados, siempre se puede intentar sustituir o arreglar el eje.
Si los mandos (que muchas veces son de plástico) se han estropeado, se pueden adquirir unos nuevos, sustituirlos por los de otro aparato o fabricar unos en una impresora 3d.
Si el fallo está en el piñón o en la cremallera, habrá que conseguir un recambio adecuado y sustituirlos. Cuidado, en ocasiones el piñón y la cremallera no están rotos, pero hay que limpiarlos bien de grasa antigua reseca y reengrasar adecuadamente. Recomendamos usar grasa de litio u otra de calidad. No poner pegotes de grasa, sólo la que sea necesaria.
Para evitar el movimiento lateral o cabeceo no deseado del tubo deslizante, es conveniente colocar unos trocitos de esparadrapo o cinta adhesiva en el interior del enfocador.
Otro arreglo posible es colocar un tornillo de "embrague" y fijación del tubo. Para ello hay que realizar un orificio y practicarle una rosca, con lo cual un tornillo que se pueda apretar con la mano podrá frenar el deslizamiento del tubo.
Es conveniente poner algún material blando o elástico dentro del orificio, para que no haya un contacto directo entre el tubo y el tornillo.
Este arreglo permite regular la dureza del enfoque y fijarlo una vez se obtenga la imagen adecuada.
También hay que fijarse en los tornillos que sujetan la plaquita inferior del piñón. La plaquita debe estar bien limpia y con el engrase interior adecuado. Muchas veces los tornillos y la plaquita son quienes mantienen el tubo deslizante en su sitio, así que hay que comprobar que esos tornillos rosquen bien. Ocasionalmente hay que sustituir los tornillos.
Finalmente, un detalle que no habíamos comentado antes: Los deflectores o bafles en el interior del enfocador.
Aunque muchos tubos enfocadores no llevan, sí hemos visto estos deflectores en algunos modelos.
Es conveniente comprobar que estén en su lugar, que no hayan sido desplazados. Es muy común encontrar los deflectores movidos, ya sea para permitir mayor paso de luz u obtener mayor campo (en este caso están desplazados hacia el ocular), o para aumentar el contraste (perdiendo luz y campo) (en este caso están desplazados hacia el interior del telescopio).
Normalmente el deflector en el tubo enfocador suele tener la misión de evitar reflejos no deseados del interior del propio tubo. Por ello, al mirar desde el lado del ocular deberíamos ver el recorte del deflector ajustado al borde que vemos del tubo. Nunca debería viñetear al colocar un ocular de campo amplio ajustado a la medida del tubo.
Bueno. Esperamos que estas breves notas les sirvan de ayuda. Gracias.